Mi blog, mi espacio, mis ideas
martes, 27 de marzo de 2012
Recuerdos
jueves, 5 de enero de 2012
Tiempo
miércoles, 4 de enero de 2012
Una historia que escribí hace tiempo...
Ahí yacían los cuerpos inertes de mi madre, padre y hermana. No había mucho que hacer. No había pasado mucho tiempo desde que habían muerto. “Seguramente sus almas no están muy lejos de aquí”, pensé.
Eso que pensé, eso que cruzó mi mente, eso precisamente que ya había estado en mí aparecía de nuevo en mi mente y corazón:
-¿Y sí…?
¿Y si estaba equivocado? Todo mi mundo se basaba en esas creencias; creencias que había defendido hasta la muerte. Ideas que no dejaba que otros me contradijeran. Pero… ¿Y si no era así? ¿Y si en verdad podía hacerlo? Todo se basa en el intercambio equivalente, ¿cierto? Dar para recibir, así funciona el universo. Pero no en todos los casos. A veces no importa cuánto demos, no conseguimos nada a cambio. Principios de termodinámica, entropía. ¿Y si esto no se rigiera por esos principios? ¿Y si en verdad podía lograrlo? De lograrlo, los traería de vuelta. De fallar, los vería de nuevo; en el mejor de los casos… ¿Y si no? Nunca podría saberlo. Tenía que ser en ese momento. Si dejaba pasar más tiempo sus almas se alejarían todavía más y todos mis esfuerzos serían en vano.
-No puedo dar toda la energía del universo, pero si puedo dar todo de mí. Entrego todo mi ser. Todo en mi yo. Todo lo que sé. Todo lo que aprendí. Todo lo que sentí. Todo lo que experimenté. Entrego a mí.
Cerré mis ojos y mantuve ese pensamiento. Junté mis dedos derechos e izquierdos como si hiciera una súplica; una súplica desde el fondo de mi corazón:
-Padres, gracias por darme y enseñarme la vida. Hermana, gracias por permitirme ser mi primer aprendiz. Madres, gracias por todas tus caricias, tus abrazos y besos cuando más los necesitaba. Padre, gracias por enseñarme todo lo que sabías y ayudarme a ser mejor que tú. Hermana, gracias por permitirme compartir a nuestros padres.
Con este pensamiento incliné mi cabeza.
-Ofrezco esto… Lo daría todo por verlos sonreír una vez más. Doy todo lo que puedo dar para traerlos de vuelta
Abrí mis ojos. ¿Estaban abiertos? Veía mucha luz. Veía todo y nada. ¿Estaba sentado, parado acostado? No sentía el peso de mi cuerpo, no sentía mi cuerpo. Sentía una presencia, sentí muchas presencias en un solo punto. Un solo ser conformado por muchas, concentrado en un punto y en todos. Visible e invisible a la vez. Todo y nada.
-“¿Lo diste todo por ellos?”, preguntaron las voces
-Sí
-¿Lo harías de nuevo?
-Sí
-¿Por qué?
-Porque sí. Porque daría el mundo por ellos. Porque forman parte de mí
-¿Incluso si no puedes verlos?
-¿Qué más me gustaría? Pero me basta con saber que están bien
-¿Cómo lo sabes?
Porque lo sé
Aquella conversación se hacía en silencio, mientras movía mis labios y producía sonido que no se escuchaba.
Una canción conocida cruzó mi mente y empezó a tocar en mi cabeza. Escuchaba cada nota con atención. Sentía cada tecla, cada voz. Mi canción favorita para ellos, para nosotros.
-Has aprendido más esta vez
-¿Eh?
-Parece ser que has apegado mucho a ellos
-¿A quiénes?
-A ellos
Sabía que hablaban de mi familia
-Sí… ellos… Elegidos por mí, son mi recompensa. Mi elección, puesta a ante mí para aprender y ser feliz.
-Parece que lo entiendes mejor esta vez
-¿Esta vez?
La voz rio un poco.
-No es la primera vez que los elijes
-¿Eh?
-Sabes de lo que hablamos
Era cierto, lo sabía. Parecería que había elegido a mi familia en más de una ocasión. ¿Tanto así los quería?
-¿Cambiarías algo?
-“Ya lo sabes… porque yo ya lo sé”, dije mientras sonreía
-¿Deseas avanzar a lo que sigue?
-¿Estarán ellos allá?
-Sabes la respuesta a eso
Sabía que no. Ellos seguían atrás. Yo estaba aquí, y quería avanzar. Pero no podía hacerlo sin ellos.
-No… No puedo irme sin ellos. Tengo que…
Pero no podía seguir hablando.
Se me formó un nudo en la garganta, y solté una lágrima.
Sonreí.
-¿De esto se trata?
-Vas progresando
-Tengo que volver con ellos para ayudarles a avanzar, así como ellos lo han hecho conmigo. Me siento listo para partir, peor no puedo irme sin ellos.
La voz parecía estar sonriendo.
-Siempre has sido así. Desde que te creaste así has sido
-No entiendo
-Será en otra ocasión que entiendas
-Debo volver y ayudarlos para ir juntos a lo que sigue
-Ya sabes lo que quieres. ¿Qué esperas? Pero recuerda, al volver olvidarás muchas cosas…
-“Y las aprenderé de nuevo”, sonreí de nueva cuenta
La voz sonrió
-Nos veremos de nuevo…
Sonreí… cerré mis ojos, abrí mis ojos. Era yo de nuevo, pero no sabía que era yo. Sentí un latido… Sentí al mundo de nuevo…
martes, 15 de noviembre de 2011
ODIO a la bancos (ahora Banamex)
martes, 1 de noviembre de 2011
ODIO a la bancos
viernes, 20 de mayo de 2011
U2-All I want is you
miércoles, 16 de marzo de 2011
Ella
Siempre pienso en ella, siempre la olvido. Amo pensar en ella, y me frustra hacerlo. Quiero verla, pero hacerlo me aterra.
Hoy la vi, dudé en hablarle.
“Lo vas a lamentar al rato”, me dije a mí mismo.
Lo dudé poco, y me acerqué a ella. El verla me alegró el día, y el tocarla…. Me dio demasiadas energías.
Esos 3 minutos que estuve con ella me bastaron para el siguiente mes que pasará y que no la veré…
La quiero… la quiero de verdad.
lunes, 17 de enero de 2011
Mi evolución, parte 1
¿Religión? Cada que me preguntan eso en persona o en un cuestionario dudo y tardo en responder.
Yo fui criado en una familia cristiano-mexicana. ¿Qué es esto? No es más es que el buen mexicano que se cree cristiano (ojo: usaré cristiano para referirme a los que basan sus creencias en la existencia de Jesús), dice ser cristiano, va a misa de vez en cuando, reza de vez en cuando; y eso si: no sabe nada de su religión. Será tema de otro post, pero el buen mexicano-cristiano NO sabe de su religión. Es más, muchos no saben que Jesús era Judío; nunca han leído la biblia (y es de esperar de un pueblo que solo lee las TV y notas); etc.
Mi familia era así. Como buen cistiano-mexicano me bautizaron sin mi permiso (cuando no sabía ni hablar) y más tarde me mandaron a las clases de catecismo para que me instruyera en la religión, y luego hiciera mi primera comunión. Hice este primer trámite, con las instrucciones de ahora si elegir: si quería hacer la confirmación era bienvenido a hacerla. Sin embargo, decliné. Antes de esto, debo de admitir que mis creencias eran fuertemente cristiano-mexicanas. Creía en el dios cristiano, en Jesús (y todo lo que gira a su alrededor), etc.
Por "x" y "y" razones personales (solo algunas personas lo saben) me "separé" de la iglesia. La odié a ella y a sus dioses (la divinia trinidad) con todo mi ser. Estuve un tiempo "sin religión", rezando y persinagnome por costumbre. Un tiempo me consideré ateo, y luego varios libros tuvieron influencia sobre mí.
Empecé con Rius, que fue una introducción a querer saber más. Rius presentaba datos curiosos, y anti-católicos. Sin embargo, no todo lo que decía era cierto (luego me di cuenta de ello). Aún así creo que fue el primer libro anti-cristiano que leí. En esos días me definía como gnóstico o agnóstico, sin saber la diferencia entre las dos.
Y luego, el boom mundial: el código. El libro si bien no es la máxima expresión literaria, dio pie a que muchos autores sacaran de manera más libre (o al menos yo vi que se exibían más en las librerías) sus escritos sobre "aquello que la iglesia no quiere que se sepa". Leí el resto de los libros de Dan Brown, y mi interés por saber más creció.
Leí más libros, entre los cuales se destaca "Dios contra los dioses". Es un libro muy bueno, que no toca puntos religiosos (si dios o los dioses existen), si no más bien habla de la historia y comienzos del imperio cristiano. Nos muestra lo que todos ya sabemos: la idea de un dios único no es nuevo. Hubo un intento fallido por parte de los egipcios, y parece ser que Moisés retomó estas creencias (ya que hay que recordar que los primeros judíos eran politeistas). Como sea, el autor llega a Juliano, sobrino de Constantino I. Juliano intentó contrarrestar lo que su tío había empezado; fallando (irónicamente) al morir por una lanza. La iglesia considera a Juliano como "el apóstata". Desde ese momento me consideré como "Apóstata" (fui el primero en Facebook en poner eso como postura religiosa). Mi odio hacia la iglesia (ojo: iglesia como institución) creció.
Más tarde, tuve clases muy interesantes. Encontré cursos que no sabía que exisitían en mi escuela, y que me apasionaron. ¿Las clases? Historia y filosofía de la ciencia (dos materias diferentes). El curso no era de religión propia, aunque se abordaban temas históricos sobre la/las religiones. Estas clases me abrieron mi mente, y me di cuenta que en realidad lo que yo quería ser era un filósofo: una persona que sabe que no sabe, pero quiere saber.
Así pues, una buena parte de mí empezó a cambiar de punto de vista. Sigo con cierto recentimiento a la iglesia, pero no hacia dios. Creo en algo superior, en una ente mayor que puede o no tener forma. Debido a que no quiero inventar palabras nuevas, llamo a esta ente "dios". Me sigo persignando por costumbre, y agradeciendo los alimentos servidos a la mesa; a veces con una oración en cristiano, y otras con un "Itadakimasu" (Japonés para "gracias por los alimentos"). Quiero leer más sobre historia de la religión e historia de la ciencia (porque es inevitable leer uno sin mencionar el otro).
Recientemente leí el último libro de Dan Brown: el símbolo perdido. Como para pasar el rato, está bien. Lo que me dejó fue con nuevas reflexiones, y algunos toques extras para mis creencias.
Lo nuevo:
Nota: mis creencias son personales. De ninguna manera entablaré una discusión (más no diálogo, este es bienvenido) tratando de explicar el porqué. Simplemente creo en estas cosas, y no intento convencer a nadie de mis creencias, porque no puedo probarlo.
Es difícil admitir que siempre he creido en una energía "mágica", por así decirlo. Así como la "fuerza" en Star Wars, así como la energía que usan las prácticas de pueblos indígenas, así como la medicina alternativa. Ese otro mundo de creencias antiguas. No me consta que existe, nunca la he usado; y por eso no lo grito a los cuatro vientos que ahí está. En mis cursos de la escuela vi que la ciencia llevó a la luz cosas que la religión ya usaba. Sin embargo, las personas religiosas a cargo abusaron de este conocimiento, y lo transgiversaron. La ciencia explica "científicamente" lo que la religión hacía hace mucho.
No pude dejar de notar similitudes entras las religiones, religiones que exisitieron en diferentes momentos en diferentes partes del mundo. Todos concebían una o varias entes supremas, todas tenían un libro sagrado, todas tenían una visión de la vida después de la muerte, etc. Son cosas que no pueden ser mera coincidencia. ¿Y si todos estuvieran en lo correcto? ¿Si solamente cambió el idioma, pero la idea es la misma?
Tomé como caso el uso del cero. El cero que usamos es de invención árabe. El uso del cero con los números arábigos hace más fácil el uso de operadores matemáticos. El cero es considerado uno de los mayores inventos en la historia; y sin embargo, otro pueblo del otro lado del mundo ya tenía una noción sobre esto. Pero el "cero" no lo llamaban cero tal cual. No, no era así. Es más, no lo repesentaban con el mismo caracter (aunque se parecen un poco). Los mayas ya tenían el cero en su sistema.
¿Qué tal si "dios" es Yavé, Dios, Alá, Zeús, Ra, Huitzilopochtli, etc? La creencia Bahaí cree que Jesus, Mahoma, Moises, etc; todos enviados por el mismod dios (me parece que es creencia de la región de India).
¿Qué tal si al final todo es lo mismo?
Creo que todos adoran al mismo dios, con diferentes nombres. Los hombres han usado el nombre de dios para su beneficio, para justificar sus guerras y fechorías; por eso tanto odio entre religiones. ¿Pero si todo fuera como una teoría de cuerdas/unificación para las religiones?
Y bueno, también está eso de que dios es un invento del hombre, claro. Pero es un invento del hombre "por vías de mientras", en lo que llega a su camino final en la búsqueda del conocimiento... pero de eso hablaré en otra "parte"
jueves, 13 de enero de 2011
Problema al convertir a PDF desde Office (Word, Excel)
El problema según Office es que otro programa o persona (en una red) está usando el mismo archivo.
Luego de mucho buscar, instalar otras cosas y demás; encontré una solución. No sé si esto funcione para todos, pero al menos me funcionó a mí. Resulta que mi antivirus (KIS en mi caso) me estaba causando problemas. ¿La solución? Configurarlo para que nos deje trabajar a gusto.
Primero se debe de abrir el KIS, e irse a "Configuración":
De ahí nos debemos de ir a "Amenazas y Exclusiones", y a Configuración:
De aquí nos vamos a "Aplicaciones confiables", buscamos la aplicación Office que queremos convertir a pdf (o seleccionamos todas), y en exclusiones le damos en la segunda opción "No supervisar la actividad de la aplicación":
Y listo, ahora podremos convertir nuestros archivos Office a PDF
domingo, 31 de octubre de 2010
Día de muertos no es lo mismo que Halloween
Algo que siempre he odiado del mexicano, es que quiere olvidar sus tradiciones y raíces para tomar las tradiciones gringas. Siempre quieren escuchar música en inglés, y olvidarse de las buenas canciones mexicanas (para mi gusto las buenas canciones son las viejas). Quieren esconder el hecho de ser “prietos”, y querer ser blancos y rubios. Quieren hablar inglés en todas sus conversaciones, aprender nuevos idiomas y no preservar los existentes del país.
El día de muertos no se salva de este querer “wanna be” gringo. Desde que tengo memoria, he festejado el día de muertos con mi familia. Por chica que fuera nuestra casa, reservábamos un lugar para poner un altar y honrar a nuestros difuntos. ¿Por qué se hacer esto? Si bien mis padres me lo puedes decir defendiendo sus creencias religiosas, yo lo hacía por celebrar una tradición más. A estas alturas, la tradición es mestiza: de épocas prehispánicas con tintes católicos. El punto final es recordar a nuestros difuntos.
¿Qué hacíamos en nuestro altar? Pues bueno, poníamos flores de cempasúchil, fotos de los difuntos, agua, pan de muerto, papel de china cortado, frutas, dulces de azúcar y chocolate. Era una tradición ir a Taxco (Guerrero) a la casa de la abuela a hacer pan de muerto. Mi padre no es un experto panadero, pero se defiende. Él, con la guías de mi abuela, hacía el pan. Yo no soy diestro en esto, así que solamente ayudo en lo que puedo: hacer huesitos (más que nada). Luego de hacer el pan (que duraba el fin de semana), nos retirábamos a la cada con nuestra ración de pan.
En donde vivía no se acostumbraba a que los niños salieran a la calla a pedir el día de muertos, ni siquiera el 31 de octubre. Esto lo veía más en Taxco. Los niños salían en montón con sus bolsas, del 1 al 3 de noviembre. Cantaban algo que tenía involucradas las palabras “Día de muertos, queremos pan”: querían su “calaverita”. La gente salía y les daba un trozo del pan que habían hecho/comprado.
Mi sorpresa fue que luego de unos años, los niños seguían saliendo a la calle, pero más temprano. Salían el 31 de octubre a pedir su “jalogüin”, y regresaban los días siguientes pidiendo lo mismo. Eso nunca fue de mi agrado.
En mi escuela primaría, hacíamos una ofrende, que involucraba la tradición del día de muertos. En la prepa, se hacía algo similar, solo que más grande. Las calles del centro estaban repletas de tradición del día de muertos: flores de cempaxúchitl, calaveras de azúcar y chocolate, caña, mandarina, papel de china picado, etc.
Esto es el día de muertos. La tradición del “Halloween” es una tradición anglosajona, del cual no voy a hablar en este momento. No sé si sea coincidencia que las dos fechas estén pegadas. Las versiones “espirituales” que he escuchado, es que en esas fechas, hay una “conexión más fuerte con el más allá”. A mí no me consta, y yo no creo en esas cosas. Sea como sea, creo que debemos de preservar las tradiciones que tenemos. No digo que NO festejemos también el Halloween (si así lo quieren). Yo lo que no quiero es que se mezclen estas dos tradiciones TOTALMENTE diferentes en un evento que dure 4 días.
El Halloween se festeja el 31 de octubre, con disfraces en su gran mayoría. El día de muertos es una serie de días que comienza el 1 de noviembre, y termina el 3. El pico es el 2, y depende mucho del lugar es la explicación que se da. A mí me decían que una fecha era para los “grandes”, otra para los niños, y otra más para todos en general. ¿Cuál es cuál? No lo recuerdo, solo sé que me daban esa explicación.
Mexicanos, una vez más: ser mexicano no es tomar hasta la ¡”$$% en un partido de la selección nacional. Ser mexicano no es solo festejar el 15 de septiembre (y también ponerse hasta su =%($%). Parte de ser mexicano es celebrar estas tradiciones, y compartirlas. Somos un pueblo curioso respecto a la muerte: le hacemos burla. Es nuestra manera de afrontarla. ¿Es bueno o malo? No soy quien para juzgar esto, solo digo lo que ocurre. Festejemos esta tradición como podamos, pero nunca queramos olvidar nuestro origen para imitar al vecino.