sábado, 31 de julio de 2010

¿En dónde ha quedado mi país?

Iba camino de regreso de la tienda hacia mi hogar, con las manos ocupados por el encargo del día. Vi un carro que se detuvo frente al poli, le hizo la plática y siguió su camino en sentido contrario.

En donde vivo, cambian el sentido de las calles en vacaciones, debido al flujo excesivo de vehículos. Algunas calles las cambian de sentido, otras las hacen de un solo sentido. La verdad esto nos molesta a los que vivimos aquí, ya que después de que la chilangada viene, las calles regresan a tener el mismo sentido y el mismo problema. Pero bueno..... uno intenta seguir las reglas.

Al ver que el carro había ido en sentido contrario, me acerqué al policía para preguntarle el sentido de las calles. En un tono muy grosero, me dijo que ahorita esa calle era un solo sentido. Le pregunté entonces porqué había dejado pasar a ese carro. Me dijo lo mismo una vez más, que esa por lo general es de dos sentidos, pero que ahora no. Insistí de nuevo, y me contestó de peor manera, argumentando (lo dijo en otras palabras) que porqué estaba cuestionando su juicio de haberlo dejado pasar. También agregó que el del carro vivía "cerca" de aquí. Y me cuestionó donde vivía yo.

"Soy ciudadano de aquí, y eso no debe de importar. Las reglas son iguales para todos"

Me retiré, no sin antes hacer notar que vi el nombre de su gafete: I. Haro M.

¿Qué le pasa a México? Por eso nos encontramos en donde estamos. Por tener una cultura de "no pasa nada si dejo a uno". Por dejar pasar esas "pequeñas cosas". La ley y las reglas aplican para todos iguales, nadie se debe de salvar. Consideraría excepciones, como una ambulancia iendo en sentido contrario (y eso tiene también sus peligros). Ayer eran las mórdidas por violar las infracciones de tránsito, y hoy cambian el billete por la pistola.... A eso hemos llegado.

No debemos de dejar pasar esas pequeñas cosas. Si bien de la noche a la mañana no podemos cambiar al país con estas pequeñas acciones, podemos empezar por ahí. Yo "sufro" de lo mismo que el dueño del carro que se pasó en sentido contrario, y hasta peor. Podría pasarme en sentido contrario una distancia menor a 10 metros, pero por seguir las reglas, tengo que dar una vuelta completa al centro de la ciudad. De ahí también que no me gusta salir en carro, prefiero caminar en vacaciones.

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